Ser amigo de verdad es entender todo y cada uno de los silencios, interpretar aquellas miradas que lo cuentan todo sin necesidad de abrir la boca, guardar secretos pase lo que pase, prevenir caídas, perdonar errores estúpidos que no pueden acabar con esa amistad, y, sobre todo, secar lágrimas siempre que sea necesario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario